Extraño tus azules besos,
embarrados del carmín del pecado
que un día mis deseos encarnaron.
Extraño tus manos en mi cuerpo,
agarradas al deseo,
embebidas del olvido
que nunca tuvieron.
Extraño tu sumisa sonrisa,
recordando la pasión que tuvimos,
que se desvaneció entre hilos de ira.
Extraño tenerte en mis sueños,
aun no queriendo tenerte.
Extraño sentir que te quiero,
aun no queriendo quererte.
Son ya tres días sin verte
y desespero por mis celos.
Sabes que no soy yo
sino la hiel de tus otros besos
que espero el tiempo hagan inertes.
Siento el hondo vacío del miedo
que hace retumbar el eco
del tiempo que en ti creí
sin saber que además de amarme
otros sentían tus anhelos.
Amo cada instante de ti.
Deseo cada uno de tus jadeos.
Sólo los quiero para mí
sin ellos no sabría vivir
y sólo contigo vivir quiero.
Sé que es cuestión de tiempo
pero no olvides que en ti pienso
cada suspiro de mi alma
que sólo en ti descansa
que sólo por ti derrama.
¿Dónde está la eternidad
que me prometiste dar?
¿Dónde están tus besos
que me pediste robar?
No creo en tu verdad
que ya es mentira,
ni en esta vida
que no tiene vida.
Devuélveme la inocencia
de creer en amar
pues ya no te pertenece
la necesito para sangrar.
Dejé todo por ti.
Por ti, todo dejé.
Dejé hasta de vivir.
Y ahora sin ti
ni vivir puedo.
